Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.

Lucas 10:41-42

En Colombia, el gobierno nacional decretó durante el año 2020, tres días en los cuales no se cobrará el IVA (impuesto sobre el valor agregado) y tras haber pasado uno de ellos, en el marco de la cuarentena por la pandemia de Covid – 19, fue sorprendente observar como miles de personas acudían a los almacenes de grandes superficies, incumpliendo las medidas de bioseguridad, para comprar productos que “deseaban” adquirir a precios supuestamente favorables, pues se debe considerar que dichos almacenes manejan promociones y modifican los valores de los artículos en diferentes días del año.

¿Qué motiva a las personas a poner en riesgo su salud para saciar un deseo? ¿Cuál es la diferencia entre lo deseado y lo necesario? Veamos las siguientes definiciones del diccionario de la Real Academia Española:

Deseo: Movimiento afectivo hacia algo que se apetece.

Necesidad: Peligro o riesgo ante el cual se precisa auxilio urgente.

Romanos 8:5-6 (NVI) dice: Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.

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Así que aquellas cosas que deseamos obedecen a los impulsos que como seres humanos tenemos, de saciar gustos o preferencias, pero lo necesario es aquello que nos puede, incluso, salvar la vida. Romanos 13:14 RVR 1960 dice: sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.

No está mal que cumplamos deseos, pero sin duda debemos colocar todo esmero en alcanzar lo realmente necesario. La palabra de Dios en Lucas capítulo 10 nos habla acerca de la visita de Jesús a dos hermanas: Marta, una mujer que estuvo afanada y turbada con muchas cosas para la atención de los visitantes y María quien escogió la mejor parte en esta visita: sentarse a los pies de Jesús a oír su  palabra.

Sólo hay una cosa necesaria: desarrollar una relación íntima con Dios, que permita el conocimiento de Él por medio de la palabra, de la oración.

Estimado lector, la sociedad consumista de hoy nos lleva a dedicar tiempo y esfuerzo en ocupaciones que nos permitan alcanzar nuestros deseos, pero cuán importante es que podamos invertir también tiempo y esfuerzo en la búsqueda de lo necesario: el conocimiento de Dios. Recuerda, lo necesario es aquello que aún puede librarnos de la muerte. Pues bien, la búsqueda de Dios te librará con seguridad del peligro de la muerte eterna. Aprovecha el tiempo.

Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos

Efesios 5:16 RVR 1960

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