A lo largo de la historia ha existido un interés especial por la belleza, el cual ha sido marcado por diferentes factores como la época, la cultura, la región, entre otros. Éste atributo ha sido buscado por muchos y ésto no ha sido en vano, ya que ser considerado o considerada como una persona ‘bella’ hace que ésta sea más propensa a acceder a oportunidades laborales, sociales o económicas.
La belleza es un atributo que también puede hacer que surjan más oportunidades en el área sentimental, ya que las personas catalogadas como bellas, por ser más atractivas, llaman la atención de mayor número de personas. En este ámbito algunas personas ven la belleza como el atributo más importante y tienden a poner su confianza y seguridad en ella, dejando que la belleza los direccione a la persona indicada.
No obstante, las personas que han puesto su confianza exclusivamente en su apariencia, no han alcanzado los resultados deseados en todas las áreas de su vida y es que la biblia nos deja una enseñanza respecto a ésto al señalar lo siguiente:
Pero el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
1 Samuel 16:7 NVI
Aunque la belleza no es mala en sí misma, si no se lleva con sabiduría puede llegar a ser un obstáculo para encontrar lo que realmente necesitamos. Por un lado, la belleza no es garantía de que vamos a conseguir todo lo que nos proponemos, ya que en ocasiones ésta en vez de ser un atributo, se convierte en un distractor. La biblia enseña:
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
Proverbios 31:30 RVR 1960
Por otro lado, la belleza no es la que nos permite acceder a las oportunidades en la vida, sino que a todos nos llegará el momento para alcanzar cada una de nuestras metas, si dependemos totalmente de Dios. La belleza tampoco es la que nos garantiza un futuro, pues éste lo hallamos en las manos de Dios, ya que Él nos ha hecho esta promesa:
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Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
Jeremías 29:11 NVI
Si realmente quieres encontrar lo bueno, agradable y perfecto de Dios para ti en todas las áreas de tu vida, debes entregar tu corazón a quien te conducirá a ésto y es Jesús. Él sabe que el corazón del ser humano es engañoso y nos puede desviar del camino correcto:
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Jeremías 17:9 RVR 1960
Por eso Jesús nos invita a entregarle nuestro corazón de forma voluntaria para que sea Él direccionándonos en todo y así poder alcanzar lo que tanto deseamos:
Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
Proverbios 23:26 RVR 1960.
Así que otórgale más importancia a lo que realmente la tiene: la búsqueda de Dios y su presencia, pues en Él tenemos esperanza de salvación y vida eterna.
Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios.
1 Pedro 3:3-4 NVI