Para hablar de la amistad con Jesús, comenzaremos por definir la palabra amistad:
La amistad (del latín amicĭtas, por amicitĭa, de amicus, amigo) es una relación afectiva entre dos o más personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas tienen en la vida.
La amistad tiene presencia en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad se crea cuando las personas encuentran inquietudes y sentimientos comunes, al igual que la confianza mutua. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo.
El evangelio según San Juan 15:14 dice: “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando” RVR 1960.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que os mando
San Juan 15:14 , RVR 1960.
Cuando tienes un amigo quieres que aquella persona se sienta bien, tratas de fortalecer la amistad con esa persona buscándole, le cuentas todo y aun hasta puedes llegar a hacer cosas que quizás son desmedidas. Así, ¿has pensado en cómo es la amistad con Jesús, y qué es lo que ÉL demanda de nosotros?
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones
Santiago 4:8, RVR 1960.
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En Santiago 4:8 la palabra de Dios dice: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones” RVR 1960. Dice que ÉL se acercará a nosotros, pero para ello es necesario dejar el pecado. Si queremos una amistad con Dios y queremos agradarle, lo primero que debemos hacer es dejar el pecado y empezar a hacer su voluntad. En Santiago 4:4 dice: “Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios” RVR 1960. Dejar el pecado es el primer paso para acercarse a Dios libremente.
Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios
Santiago 4:4, RVR 1960.
Ahora bien, vamos a hablar un poco sobre la intimidad con Dios.
Jesús tuvo muchos seguidores, y algunos de ellos se transformaron en sus discípulos. Eran distinguidos en medio de la multitud porque tenían poder y autoridad delegada por Jesús. Podían predicar, sanar, echar fuera demonios y aun profetizar en el nombre de Jesucristo. Pero algunos se quedaban contentos solo con el hecho de ser usados y no iban un poco más allá.
Uno de los discípulos que logró estar más cercano a Jesús fue Juan. La Biblia cuenta que era el discípulo amado. Jesús no hizo, no hace y nunca hará acepción de personas, “porque no hay acepción de personas para con Dios” Romanos 2:11 RVR 1960.
porque no hay acepción de personas para con Dios
Romanos 2:11 RVR 1960.
No era que Jesús prefiriera a Juan, era que Juan prefería a Jesús. Renunciaba a su vida, a los placeres de su juventud y a todos sus sueños personales para vivir en función del Maestro que le llamó. Juan no se conformó solo con ser salvo, llamado y usado por ÉL. Juan quiso ser amigo íntimo.
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Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros…
Santiago 4:8 RVR 1960
El camino entre el llamado y la elección, es el proceso de la determinación personal. Pregúntate a ti mismo ¿qué tan cerca quieres estar de Jesús?
¿Quieres ser uno más en medio de la multitud?
¿Quieres ser un religioso, que sabe lo que tiene que hacer pero no hace nada?
¿Un seguidor que tiene Su poder pero no su amistad?
¿O un íntimo que vive en función de su Amado?
Tú eliges.