Hoy en día son muchas las temáticas que se abordan en películas, una de las que ha tenido mucha acogida ha sido el tema de los superhéroes, los cuales suelen ser similares a los seres humanos pero con capacidades físicas y metales superiores a las nuestras; en ocasiones estos individuos tienen su origen en otros planetas e incluso galaxias.
Quienes son fieles seguidores de las películas de MARVEL, conocen la historia de ficción acerca de Thor, el dios del trueno, originario de un planeta llamado Asgard. Thor es el primogénito y próximo aspirante al trono. El padre de Thor, Odín, empieza a considerar entregarle el trono a su hijo, sin embargo, identifica que aún le hacen faltan aptitudes importantes para poder sucederlo, por lo cual Odín decide despojar a Thor de su poder divino y lo exilia a la Tierra como un mortal, acompañado por su emblemático martillo Mjolnir, ahora protegido por un hechizo que permite que solo alguien digno pueda empuñarlo. Estando en la tierra Thor atraviesa por una serie de acontecimientos que terminan amenazando la vida de los habitantes debido a que él deja en Asgard situaciones sin resolver y estas lo persiguen a la tierra. Estas situaciones se complican y pone en peligro la vida de los terrícolas y para protegerlos se sacrifica defendiéndolos de los ataques de éstos enemigos que vinieron por su causa, prueba ser digno de empuñar nuevamente el martillo Mjolnir y rápidamente éste regresa a él, restaurando sus poderes. Finalmente, después de varios sucesos, Thor logra regresar a Asgard, hace las paces con su padre y admite que no está listo para ser rey.
Muchos al ver esta película probablemente se han emocionado e incluso ilusionado con la idea de conocer un ser semejante, y que este pueda llegar a salvarlos de tales amenazas, exponiendo incluso su propia vida para lograrlo. Si bien estas películas resultan siendo ficticias, hay una historia real con un mensaje mucho más sublime y emocionante.
El Dios del universo sabe que el planeta Tierra sufre las consecuencias de un grave error cometido por sus primeros moradores. Los terrícolas tienen un enemigo que engaña a muchos de ellos y les muestra continuamente formas inútiles de deshacerse de su sufrimiento, pero en realidad él solo quiere que se apresuren a morir. El Dios del universo conoce la forma, la única, para liberar a los terrícolas de toda maldición, pero ésta requirió un sacrificio muy grande, pues se necesitó que un ser humano, perfecto en todo, pagara por el error de cada terrícola que decida creer en Él y aceptar su salvación. Es así como el Dios del universo tomó a su hijo, su único, el ser más valioso y perfecto del universo y lo dio en sacrifico por los terrícolas. Este hijo se trasformó en mortal y se despojó de sus atributos divinos, y bajo esa condición vino a la tierra como hombre y se sacrificó por los terrícolas dando su vida con una muerte tormentosa y finalmente ganando esa salvación tan anhelada.
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Quizá ya has podido identificar quiénes son los protagonistas de la historia, Dios y su hijo Jesucristo. Y es que esta historia guarda similitud con la de Thor, con las siguientes variantes que hace a la historia de Jesucristo mucho más meritoria y es que:
- La Tierra está en peligro y requiere ser rescatada, sin embargo, en la película la Tierra está en peligro por causa de Thor, en la historia real, por causa del pecado del hombre.
- La intervención en el planeta Tierra se hace en condición de hombre, sin ningún poder sobrenatural o divino, con la diferencia de que Jesucristo se auto despoja de sus atributos divinos y Thor es despojado de ellos por su padre.
- El sacrificio de Thor no llega hasta dar su visa por los terrícolas, Jesucristo en cambio dio hasta su última gota de sangre por la humanidad (Juan 19:34).
- Thor vino a la Tierra siendo príncipe, Jesucristo siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres (Filipenses 2:6-7).
Y finalmente, a Thor su sacrificio le permitió recuperar su poder y nuevamente ser digno de empuñar su martillo, pero Jesucristo, estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre (Filipenses 2:8-9). Así, su noble sacrificio le confirió la potestad de ser el único digno de recibir la gloria y la honra y el poder.
y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
Filipenses 2:8-9 RVR1960
Si analizamos la historia de ficción acerca de Thor, todo ese proceso que él vivió se generó a causa del proceso que él debía atravesar y tuvo que hacer actos heroicos para demostrar que merecía su poder y quizá alcanzar el trono, sin embargo, para Jesucristo nosotros fuimos la razón de su sufrimiento, y para Él fue más valiosa tu vida y la mía que conservar su poder y atributos divinos (Hebreos 12:2). Thor fue uno que no era rey y se convirtió en héroe para lograr ser rey. En cambio, Jesucristo, siendo Dios, se despojó de su condición para morir en la cruz por nosotros y es por su sacrificio, la hazaña más grande del universo, que se constituye no sólo en el Rey de Reyes y Señor de Señores, sino también en el Señor y Rey de quienes le hemos reconocido como nuestro salvador.
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:2 RVR1960
Querido lector, No hay acto más heroico que lo que Jesucristo hizo en el calvario, ni regalo más grande que lo que Él ganó para nosotros en la cruz. Te invito a conocer y a recibir a Jesucristo, pues Él es real y verdadero.
Mauricio Tenorio